Nació en San Antonio. Hombre ilustrado y empresario del alto comercio en Valparaíso. Durante su mandato se produjo el Cisma de 1903, aciago período en que se trizaron las relaciones fraternales en la Masonería. Los cismáticos se oponían a la organización de un Gran Oriente Nacional y crearon la Gran Logia Simbólica de Chile. En el conflicto hubo ocupación del Club de la República y el caso pasó a tribunales, llegando a la Corte Suprema, hasta extinguirse. La Gran Logia eligió como presidente del club al Gran Maestro y tomó el control de la sede, superando el conflicto, gracias a la fortaleza del hermano Buenaventura Cádiz. Pero mientras vencía y reconstruía la Orden, la naturaleza lo doblegó. El terremoto y el siguiente incendio que destruyó a Valparaíso, arrasaron la sede de la Masonería y su residencia del Gran Maestro, quien falleció un mes después del sismo, el 15 de noviembre de 1906.

A la edad de diecinueve años y el mismo día en que la bomba del Poniente tenía su primera reunión (24 diciembre de 1863), el señor Buenaventura Cádiz ingresaba a ella para consagrarle actividad, entusiasmo y abnegación mientras residió en Santiago, y sus más cariñosos recuerdos durante su permanencia en Valparaíso.

Ya en 1868 fue Ayudante, y después desempeñó los puestos de Secretario, Tesorero, Teniente Segundo y Primero, Capitán y Director, mostrando en cada uno de esos puestos relevantes condiciones de trabajo y de mando, a la vez que el cabal concepto del deber y de la disciplina.